Para muchos, fue uno de los personajes fundamentales para la construcción del pensamiento revolucionario de los siglos XVIII y XIX, pues postuló ideas que giraron en torno a la razón del ser humano y creó un sistema filosófico capaz de atraer a las personas en pro de su liberación mental y física que las ataban a una 'cadena'. Por eso, desde el concepto de "Ilustración", hoy compartiremos el conocimiento del alemán Immanuel Kant. ¡Demos paso!
Antes de empezar, es valioso informar que esta explicación estará dada a partir del texto "Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?", escrito por el propio Kant.
Lo primero que nos deja claro Kant en su ideología es que existe un máximo adversario para el hombre, conocido como minoría de edad, no llevado a una traducción literal con la que se entienda cierta cantidad de años o experiencia en el mundo, sino, más bien, un significado connotativo referido al entendimiento en donde las personas "menores de edad" no tienen la facultad de servirse por sí mismas para entender. No obstante, esta falencia no se desprende de la carencia de entendimiento como tal, al contrario, proviene de la falta de decisión y valor para querer entender autónomamente, cosa que provoca el depender de un guía a lo largo de la vida.
Y Kant da a conocer las razones con las que esas personas se refugian en ese estilo de acciones, sosteniendo que es mucho más práctico que alguien más se esfuerce en cierta tarea y sean ellas quienes sigan órdenes o pasos ya completados, lo que, en cierta medida, 'domestica' la conducta de esos individuos hasta que otros le indiquen cómo poder hacer algo. Es por esto, que el alemán trata a la minoría de edad como la naturaleza autoculpable a la que se ha sometido el hombre y plantea una salida a tal yugo, denominándola Ilustración.
Esta salida es expuesta como un proceso gradual al que se acerca una persona y, futuramente, un público general, el cual debe atravesar obstrucciones tales como el reconocimiento de prejuicios y su separación con el uso de la razón -pilar originario de la Ilustración-, para así aterrizar en el único requerimiento del camino: la libertad. Aún así, dicha libertad siempre estará coartada por anuncios de las autoridades, quienes le restan posibilidad a las personas para expresar sus razonamientos y, en algunos casos, les prohíben juzgar cualquier acto cuando cumplen una función o un cargo. Es aquí donde hace énfasis el querido Kant y exhorta a los deseosos de Ilustración a manejar siempre un uso público de la razón con la libertad que les queda, es decir, expresar un pensamiento abierto ante un tipo de injusticia que lo pueda escuchar cualquier habitante del entorno, propagando un ideal común que levante del yugo a varios individuos afectados y se olvide del entendimiento que se queda en lo privado, en lo íntimo.
A partir de aquí, Kant infunde una propuesta de diferenciación e inteligencia humana, con la que los humanos ilustrados sepan cuándo razonar y cuándo no. Por ejemplo, dispone de manera negativa que un oficial del ejército critique alguna orden que recibe de sus superiores mientras está sirviendo como elemento o actor social; sin embargo, le abre las puertas a ese mismo oficial para que, en su papel de ciudadano, comunique a sus paisanos qué defectos puede tener el servicio militar y cómo pueden ser juzgados desde el público. Y es ahí donde se avanza en la Ilustración colectiva.
Uno de los últimos llamados de Kant en el texto, es evitar que cualquier grupo u conjunto hambriento de control establezca un régimen inquebrantable y eterno, pues ello rompería con la búsqueda de progreso humano, estancaría las ampliaciones en el conocimiento y, por tanto, detendría el entendimiento de los individuos, causa que impide cualquier Ilustración. Así, el filósofo nos pide capacidad para razonar ante el orden implementado y poder observarlo para darle un cambio siempre que la sociedad lo requiera.
Al igual que en la época de Kant, nosotros también vivimos bajo ciertos grilletes a la hora de pensar; varios prefieren que sean otros quienes muestren el camino y completen el resto de su labor, y es de ese modo es como se le da mayor poder a las autoridades y personalidad para reprimir las libertades y usar las personas en acto de máquinas, por lo que se va haciendo necesario que activemos nuestra disposición para entender y razonar. Eso sí, recordemos que no es una exclusividad particular. Para alcanzarla, la Ilustración debe ser manifestada al público y todos estamos en la vocación de pensar libre como ciudadanos y hacer más cercano el cambio con el pensamiento del pueblo.


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